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Britney Spears ya se opuso a su ‘opresiva’ tutela hace cinco años
Puede que haya sido en el último año y medio, con la aparición del movimiento ‘Free Britney’ y con la emisión de un documental del diario The New York Times que ahondaba en los pormenores del caso, cuando el interés público acerca de la tutela legal y económica que padece Britney Spears ha cobrado mayor relevancia, pero lo cierto es que la propia intérprete ya alertó sobre lo estricto del control que ejerce su padre Jamie sobre sus asuntos más personales hace cinco años: en un escrito en el que tildaba de “opresivos” los términos en que se llevaba a cabo semejante delegación forzosa de responsabilidades.
Ha sido el citado periódico estadounidense el que ha dado a conocer ahora el testimonio de un investigador judicial, vinculado al tribunal que ha venido decidiendo sobre el día a día de la artista desde que, en 2008, se declarara que sus facultades mentales no eran aptas para administrar por sí misma sus asuntos más relevantes, que dejó por escrito la oposición frontal de Britney a un arreglo que, entre otras cosas, otorgaba a Jamie la última palabra sobre aspectos tan íntimos de su existencia como sus relaciones sentimentales e incluso la forma en que la diva podía decorar su casa.
El citado funcionario tuvo que transcribir declaraciones que señalaban con claridad el disgusto y la indignación de Britney ante el exceso de poder de su progenitor: “Tiene muchísimo control… Demasiado control”, habría señalado la estrella del pop, quien se habría quejado incluso de las restricciones que le había puesto Jamie a la hora de adquirir muebles nuevos para su cocina. Asimismo, Britney habría pedido abiertamente el “fin de la tutela” lo antes posible para evitar que un asistente vigilara constantemente el uso de su tarjeta de crédito o para que su equipo de seguridad y demás “cuidadores” le dieran ocasionalmente un respiro y le permitieran moverse con libertad.
“Britney está harta de que se aprovechen de ella”, llegó a escribir el investigador sobre la reacción de la intérprete a tan restrictiva situación, que en sus propias palabras consistía en que ella tenía que generar todos esos ingresos que servirían posteriormente para tenerla reprimida y sometida. Por si eso no fuera suficiente, de esta tutela legal también se desprende que la custodia de sus dos hijos, Sean y Jayden, esté en manos de su exmarido Kevin Federline.