Blac Chyna llevaba el equivalente a una botella de Coca-cola llena de silicona en el trasero

Angela White, como se hace llamar ahora, se hizo famosa al aparecer en un videoclip de Kanye West junto a Nicki Minaj y a partir de entonces comenzó a labrarse una carrera como modelo ligada principalmente a la escena del rap.

Con 19 años se había puesto en manos de un médico sin licencia que le inyectó silicona en el trasero y esa parte de su anatomía se convirtió rápidamente en su seña de identidad. El problema es que aquella era la época previa a los famosos BBL -el ahora popular levantamiento brasileño de glúteos- y ella, al igual que muchas otras mujeres que tampoco recurrieron a profesionales, sufrió graves complicaciones.

En su caso, experimentó una sensación de dureza en las nalgas y una hinchazón que nada tenía que ver con las infiltraciones. “Daba mucho miedo”, ha reconocido en una nueva entrevista.

La celebridad de 34 años inició hace unos meses el proceso para revertir todos los procedimientos estéticos a los que se había sometido en el pasado y recientemente pasó por una intervención de ocho horas durante la que le extrajeron 1.250 centímetros cúbicos de silicona: “Lleva una botella de Coca-cola solo en las nalga”, ha resumido. Ni ella misma podía creérselo cuando se pesó más tarde y descubrió que había perdido cuatro kilos y medio en total.

También ha dicho adiós a sus implantes mamarios y a las infiltraciones de los labios y la cara, y ha recurrido al láser para borrar algunos de sus tatuajes, incluido un gran diseño del demonio Baphomet que tenía en la cadera. Ahora la imagen que tiene de ella misma ha cambiado por completo cuando se mira al espejo: “Veo belleza, veo sabiduría. Me veo a mí misma”.

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