Bella Thorne se niega a firmar una foto suya semidesnuda
Muchas antiguas estrellas infantiles se han revelado contra la imagen pública impoluta que proyectaban durante la primera etapa de su carrera en cuanto se terminan sus contratos con Disney, pero Bella Thorne fue un paso más allá. La actriz y cantante ha contado varias veces que apenas tenía 200 dólares en el banco tras abandonar los estudios de Mickey Mouse, pero en seguida encontró un filón en las redes sociales, donde cobraba 65 mil dólares por publicación.
Sin embargo, muy pronto se dio cuenta de que la plataforma de contenido por suscripción OnlyFans -que por aquel entonces era popular sobre todo entre artistas del cine para adultos- podía permitirle compartir material sin censura, retener el copyright de sus imágenes y cobrar por ellas. Sin embargo, no se siente cómoda cuando le muestran los posados más sensuales que ha realizado a lo largo de los años.
“He firmado cosas, sí. No me importa, pero ayer le dije que no a alguien. Normalmente no lo hago, pero me ofendió. Era un tipo que no paraba de ponerme fotos mías delante. Aparté la vista un segundo y volví a mirar y había una foto mía de mi portada de la revista GQ. Es muy sexy y salía enseñando el culo y en lencería y en topless”, ha explicado.
El problema es que el coleccionista de autógrafos también quería que firmara fotos “inapropiadas” tomadas cuando era menor de edad, y aunque entiende que el hombre sólo intentaba ganarse la vida, cree que cualquiera puede comprender por qué se negó. Eso sí, Bella se ofreció amablemente a dejar su firma en cualquier otra foto más apropiada, pero él solo había llevado retratos en los que aparecía semidesnuda.