Bella Hadid celebra seis meses de sobriedad
Bella Hadid habló sobre los problemas que solía tener con el alcohol en el pasado. Durante una entrevista con InStyle, la modelo de 25 años se mostró muy abierta y dio varios ejemplos sobre cómo tomar una botella había afectado negativamente a su vida y a su salud mental.
Sin embargo, señaló estar contenta de haber abrazado la sobriedad y haber abandonado otras sustancias nocivas.
La hija de la personalidad de televisión y exmodelo Yolanda Foster y del multimillonario promotor inmobiliario palestino Mohamed Hadid, afirmó que solía “cancelar las salidas nocturnas” porque creía que no podía “controlar” su consumo de alcohol.
Durante la entrevista, Bella dijo que desde hace seis meses dejó de consumir alcohol y que es poco probable que vuelva a hacerlo en el futuro porque le produce ansiedad y le hace entrar en una espiral de “dolor y estrés”.
“No siento la necesidad [de beber] porque sé cómo me afectará a las tres de la mañana cuando me despierte con una ansiedad horrible pensando en aquella cosa que dije hace cinco años cuando me gradué en el instituto”, dijo la modelo.
“He bebido bastante. Me encantaba el alcohol y llegó a un punto en el que incluso empecé a cancelar las noches de fiesta en las que sentía que no sería capaz de controlarme”.
La influencer reveló que someterse a escáneres cerebrales y ver los efectos que la bebida tenía en su cerebro le hizo reducir la ingesta de cualquier tipo de alcohol.
La cofundadora y socia de la marca de bebidas no alcohólicas Kin Euphorics, también dijo que ha encontrado cierto refugio en su negocio, pues han actuado como un sustituto, ayudando a aliviar su “ansiedad paralizante”.
“Las bebo cuando tengo una ansiedad atroz y no puedo salir de casa o cuando no voy a beber alcohol pero quiero relajarme y poder hablar con la gente y socializar”.
La modelo expresó que también eliminó de su vida las sustancias que inducen al sueño, porque las bebidas le ayudan a aliviar el insomnio provocado por el estrés.
“No me deja dormida durante 15 horas, pero me calman el cerebro, el sistema nervioso y los pensamientos nocturnos. Las bebo antes de acostarme y duermo como un bebé. Es ese momento en el que tengo mi ritual, en el que soy capaz de estar conmigo misma. Ya no tomo pastillas para dormir. Cuando volaba tanto, era la única manera de no tener jet-lag. Pero ahora realmente tengo algo holístico y es hacer algo por mi cuerpo cada día”.
