Belinda no quería que uno de sus antiguos novios se hiciera un tatuaje en su honor
No cabe duda de que Belinda deja huella en los hombres que pasan por su vida… literalmente. De las tres últimas parejas sentimentales que se le han conocido, todas se hicieron al menos un tatuaje en su honor mientras aún estaban juntos.
Su antiguo prometido Christian Nodal se tatuó el título de uno de sus discos, el número ‘4’ en un guiño al día en que se conocieron, el apodo por el que la llamaba cariñosamente, ‘Beli’, y su inicial en la mano. El mago Criss Angel, con quien mantuvo una relación de menos de un año en 2016, también se puso el nombre de la artista sobre el corazón, pero el diseño más espectacular fue sin duda el de Lupillo Rivera.
El músico, que irónicamente solo confirmó su romance después de su ruptura, decidió tatuarse un retrato de Belinda en el brazo tras ver los que tenían muchos de los admiradores de la artista, y ahora ha confesado que ella misma le advirtió que no era una buena idea. La guapa estrella trató de razonar con él cuando le anunció sus planes recordándole que él no era precisamente un admirador de su música, pero no consiguió hacerle cambiar de opinión.
“Esa noche tenía una salida a Las Vegas para unos premios. Allá empecé a buscar un tatuador. Le pedí que me mandara una foto para escoger y ella me dijo: ‘No, no te lo puedes poner’. Tengo grabado donde estaba cuando me dijo que no lo hiciera. Respondí: ‘Me lo voy a poner porque ya dije que me lo iba a poner’. Tardaron ocho horas en completarlo”, ha explicado ahora en el programa de Yordi Rosado para YouTube.
Al final el tiempo le dio la razón a Belinda, porque Lupillo acabó y cubriendo el rostro de su ex con más tinta.