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Uno de los detalles más sorprendentes de la reciente llegada de Sergio Ramos a la ciudad de París y, por tanto, de su mediático fichaje por el PSG no tiene nada que ver con su sueldo de doce millones de euros por temporada y sus dos años de contrato, ya que eso era lo que venía reclamando el defensa sevillano a la directiva del Real Madrid para poder desbloquear unas negociaciones que finalmente acabaron rompiéndose y precipitando su salida del club blanco tras más de 15 años a su servicio.

Como se desprende de las primeras imágenes que han trascendido del deportista andaluz enfundado ya con la equipación del Paris Saint-Germain, el marido de Pilar Rubio consiguió hacerse, a la primera, con el dorsal que tanto deseaba para su nueva etapa en la liga francesa, nada menos que ese número 4 que tan bien representa su pasado glorioso en el Real Madrid y parte de sus éxitos en la selección española, equipo en el que también vistió la camiseta con el número 15.

Lógicamente, y habida cuenta de que ahora Sergio Ramos es el ‘novato’ de su equipo y no debería contar con esos privilegios que otorga la veteranía, el propio futbolista ha querido desvelar a sus seguidores de Instagram las circunstancias que explican la forma en que ha logrado salirse con la suya, para lo que únicamente se ha beneficiado de la intermediación de su buen amigo Keylor Navas, quien fuera portero del Real Madrid hasta hace unos años, y sobre todo de la generosidad de Thilo Kehrer, quien hasta ahora lucía el mencionado dorsal.

“Bienvenido, Sergio Ramos, eres más que digno de lucir el número 4. Me encanta tenerte con nosotros”, ha escrito el jugador alemán en sus redes sociales junto a un vídeo que le retrata fundiéndose en un cálido abrazo con su nuevo compañero. Lo que no ha mencionado el joven zaguero es que su considerado gesto podría ser indicativo, según varios medios del país, de una hipotética salida del conjunto parisino, ya que el club habría entablado negociaciones con otros equipos para desprenderse de él.