Ed Sheeran se prepara para testificar en el juicio sobre el supuesto plagio de un tema de Marvin Gaye
Este lunes, un tribunal de Nueva York ha iniciado el proceso para elegir a los miembros del jurado y recibir las primeras alegaciones de cara al juicio que determinará si la famosa canción ‘Thinking Out Loud’, del británico Ed Sheeran, supone o no un ejercicio de plagio debido a las “impactantes similitudes” que presentaría este tema con ‘Let’s Get It On’, del legendario Marvin Gaye.
Han pasado seis años desde que los herederos de Ed Townsend, coautor del clásico de 1973, demandaron al astro del pop y a sus colaboradores por una presunta infracción de derechos de autor. Éstos consideran que en el sencillo de Sheeran, uno de los más exitosos del año 2014, se apreciaban algunos de los elementos sonoros más identificativos de la canción de Gaye. La decisión del jurado, según aseguran fuentes judiciales contactadas por la revista Time, ha de basarse únicamente en el análisis de la melodía, armonía y ritmo, dejando de lado el contenido de las letras.
El mismo medio asegura que la presencia de Ed Sheeran en el estrado está prácticamente garantizada, como principal responsable de la canción enjuiciada y destinatario de sus muchos beneficios, incluido el premio Grammy que recibió por su autoría. Todavía es pronto, no obstante, para especular con el día en que tendrá que prestar testimonio oral. Sobre su defensa, en la que también intervendrá su sello discográfico Atlantic Records, los abogados del intérprete inglés ya reconocieron en su momento el parecido existente entre las dos canciones, pero lo atribuyeron a las convenciones de la música popular. “Las dos canciones comparten una progresión de acordes similar y desprotegida. Siempre ha estado disponible para los cantautores”, señalaban.
Los familiares y responsables del patrimonio de Marvin Gaye no están implicados en esta disputa, a diferencia de lo que ocurrió con la demanda interpuesta contra Robin Thicke y Pharrell Williams en relación con el pegadizo tema de 2013 ‘Blurred Lines’. Los herederos del emblemático artista recibieron más de cinco millones de dólares como indemnización al argumentar con éxito que esa canción suponía una copia parcial de ‘Got to Give it Up’, sencillo publicado en 1977.