El duque de Norfolk tendrá que organizar la coronación de Carlos III sin un permiso de conducir
Este lunes Edward Fitzalan-Howard, duque de Norfolk, se declaró culpable de saltarse un semáforo en rojo el pasado mes de abril mientras usaba su teléfono móvil al mismo tiempo que conducía por las calles de Londres.
El problema es que durante las próximas semanas el noble británico de 65 años estará muy ocupado planeando la coronación de Carlos III, como le corresponde en su papel de conde mariscal y jefe del Colegio de Armas, así que sus abogados habían tratado de evitar una sanción demasiado dura alegando que perder el permiso de conducir plantearía “dificultades excepcionales” a la hora de cumplir con su deber.
Sin embargo, los magistrados del tribunal de Lavender Hill han decidido que, por único que sea su caso debido al papel que juega en la sociedad, no cumple los criterios para librarse de la prohibición de ponerse al volante durante los próximos seis meses.
“La dificultad tiene que ser excepcional y aunque consideramos que se pueden causar inconvenientes, no consideramos que sea una dificultad excepcional”, ha sido la justificación ofrecida por el tribunal.
Además de la retirada del permiso de conducir, el duque de Norfolk ha sido multado con 800 libras y tendrá que pagar 400 libras en concepto de tasas. A la hora de desplazarse para preparar la ceremonia en que se coronará al nuevo monarca el año que viene, no le quedará más remedio que contratar chóferes, que tendrán que superar un control de seguridad.
