¿Planea abandonar Kim el monasterio futurista que le construyó Kanye?
Kim Kardashian ha comprado una mansión de cuatro dormitorios y cinco baños y medio en Malibú, California, que pertenecía a Cindy Crawford. Según ha revelado una fuente inmobiliaria al portal Entertainment Tonight, la celebridad de 41 años ha pagado 70,4 millones de dólares, una cifra considerablemente inferior a los 90 millones de dólares que costaba la propiedad.
La casa de estilo mediterráneo se encuentra en una finca de 3,18 acres y cuenta con una planta abierta, un gimnasio, varias terrazas y patios, una suite principal con dos baños y una pista de tenis. También hay una cabaña junto a la piscina, una chimenea exterior, un camino privado que conduce a una playa aislada, un spa y una zona de fogata con vistas al océano.
Cindy y su marido Rande Gerber compraron la finca por 50 millones de dólares en 2015 para dividirla en dos lotes, y vendieron el más grande a Adam Weiss, quien lo puso a la venta por casi cien millones de dólares antes de bajar el precio ante la falta de interesados. Kim le hizo entonces una oferta aún más baja que él acabó aceptando.
El mismo medio también informa que Kim ha puesto a la venta recientemente una casa de 5,3 millones de dólares en Hidden Hills, y un condominio de 3,5 millones de dólares en Calabasas. Estos movimientos en su cartera de propiedades inmobiliarias apunta a un posible cambio en su vida personal y se baraja la posibilidad de que esté preparándose para mudarse lejos de la mansión que compró, reformó y compartió en su día con su ex Kanye West.
La entonces pareja adquirió la propiedad ubicada en Hidden Hills en 2014 y la reformó por completo en colaboración con el arquitecto Axel Vervoodt para convertirla en lo que el propio rapero definió como un monasterio futurista en una paleta de tonos blancos que hacía las veces de hogar familiar. Cuando por fin terminaron las obras, su valor se había disparado de 20 millones a 60.
En la actualidad Kim sigue viviendo allí con sus cuatro hijos tras llegar a un acuerdo con su antiguo esposo, según el cual accedió a pagarle 20 millones de dólares por el edificio y otros 3 millones por los muebles, los electrodomésticos y las piezas de coleccionista que adquirieron juntos.