El príncipe Guillermo reconoce que la muerte de Isabel II le ha traído dolorosos recuerdos de Lady Di
El príncipe Guillermo no tuvo reparo en confesar sus sentimientos más profundos durante su última visita a las ofrendas florales que ha dejado la ciudadanía en diversas residencias reales para rendir homenaje a Isabel II, fallecida el pasado 8 de septiembre en el castillo de Balmoral.
Ayer jueves, el también duque de Cambridge y Cornualles hizo acto de presencia en la finca de Sandringham, donde la difunta soberana solía congregar a toda su familia con motivo del día de Navidad, para admirar las decenas de cartas, peluches y arreglos florales que se han ido acumulando en las puertas de la propiedad. Posteriormente, el príncipe de Gales se acercó a las personas allí apostadas para recibir el pésame y charlar brevemente con ellas.
En una conversación captada por las cámaras, el hijo de Carlos III reconoció que tener que caminar tras el féretro de su abuela, durante la procesión en la que se trasladaron los restos mortales de la monarca desde el palacio de Buckingham hasta el parlamento británico, supuso todo un “desafío” para él, uno que además le trajo dolorosos recuerdos de la trágica muerte de su madre, Diana de Gales, en un accidente de tráfico ocurrido en 1997.
“Me había estado preparando para esto, pero no estaba tan preparado como pensaba”, admitió en un momento de su encuentro con los dolientes.