
Kelly Clarkson no habría sobrevivido al confinamiento sin su niñera
La cantante Kelly Clarkson, quien se divorció de su marido Brandon Blackstock tan pronto como empezaron a levantarse las primeras restricciones derivadas de la pandemia del coronavirus, se ha expresado abiertamente sobre el sinfín de desafíos que tuvo que afrontar como madre soltera en un contexto tan exigente como el de la crisis sanitaria.
Teniendo en cuenta que sus dos hijos, River (7) y Remington (6), dejaron de ir al colegio en los momentos más duros de ese período y en meses posteriores, estudiando en casa gracias a las videollamadas y demás herramientas digitales, la intérprete empezó muy pronto a sentirse abrumada ante la imposibilidad de compaginar debidamente sus responsabilidades profesionales y familiares. Afortunadamente para ella, la niñera de los pequeños redujo notablemente esa carga de trabajo.
“Espero que nunca más tengamos que volver a eso del aprendizaje remoto. Esos días me decía: ‘Dios de mi vida, espero que mi niñera no se vaya ahora'”, ha confesado la también presentadora en conversación con la revista People. “Ha sido una experiencia que me ha abierto los ojos. Siempre respetaré a los profesores por la labor tan dura y caótica que tienen”, ha añadido sobre la renovada admiración que siente hacia los maestros.
A Kelly también le preocupaba el terrible efecto que esa coyuntura de reclusión doméstica pudiera tener en el carácter de sus retoños: “Mis niños son muy creativos y sociables. Nunca han querido encerrarse en casa con un adulto en lugar de estar con sus amigos y compañeros”, ha sentenciado.