La princesa Ana siempre lleva un kiwi en el bolso
Existen un sinfín de leyendas urbanas acerca del misterioso contenido del bolso de la reina Isabel II cuando acude a compromisos públicos como el servicio religioso que se celebró este martes en honor de su difunto marido el duque de Edimburgo.
Según el protocolo, no está bien visto que los miembros de la monarquía lleven encima dinero en metálico y en realidad tampoco les hace falta porque nunca tienen que pagar nada durante sus apariciones públicas. Tampoco utilizan llaves para entrar en sus residencias oficiales y los teléfonos móviles quedan en manos de sus secretarios personales, así que la lista de artículos que podrían necesitar se reduce considerablemente.
Se rumorea que la soberana nunca sale de casa sin galletas para perros en su inseparable bolso de mano de la marca Launer, y su hija la princesa Ana tiene una costumbre muy parecida. La única hija de la soberana es uno de los royals más trabajadores de la familia real británica y siempre tiene a mano un tentempié saludable para afrontar las largas jornadas cumpliendo sus responsabilidades institucionales.
“Siempre lleva un kiwi encima”, ha confirmado su hija Zara Tindall.
Según el autor del libro ‘Queen of our times’, la princesa Ana sigue desde hace tiempo el ejemplo de su hermano el príncipe Carlos, que siempre se salta la hora del almuerzo, así que ella nunca se olvida de guardar esta pieza de fruta en el bolso por si le entra hambre.
Su elección resulta muy acertada porque los kiwis son una fuente de vitamina C y vitamina K que proporcionan un chute de energía casi instantáneo, además de reforzar el sistema inmunitario y mejorar el tránsito digestivo. Los expertos recomiendan el consumo regular de esta fruta por su alto contenido en antioxidantes, que ayudan a prevenir las enfermedades cardíacas y el cáncer.