
La reina Isabel continúa con sus obligaciones reales a pesar de su diagnóstico de COVID-19
La reina Isabel II, de 95 años, mantuvo el miércoles 23 de febrero una audiencia con el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, por teléfono desde el castillo de Windsor. Tradicionalmente, la monarca mantiene una audiencia con el primer ministro cada semana.
Aunque ha realizado tareas ligeras desde que dio positivo en la prueba del coronavirus -como firmar documentos oficiales-, no se sentía lo suficientemente bien como para llevar a cabo sus reuniones virtuales desde el castillo de Windsor el martes, por lo que tuvo que cancelar sus reuniones virtuales previstas.
“Como Su Majestad todavía experimenta síntomas leves de resfriado, ha decidido no llevar a cabo sus compromisos virtuales previstos para hoy, pero continuará con tareas ligeras”, dijo el Palacio de Buckingham en un comunicado.
Los futuros compromisos de la reina se evaluarán a diario, según contó una fuente real a la revista People.
El diagnóstico de la monarca se produce después de que su hijo, el príncipe Carlos, y su esposa, Camilla, duquesa de Cornualles, también dieran positivo en las pruebas del coronavirus.
La reina se reunió por última vez con Carlos, de 73 años, el 8 de febrero, dos días antes de que recibiera el diagnóstico. Tras el resultado positivo de COVID-19 de Carlos, una fuente real confirmó que estaba siendo monitoreada pero no mostraba ningún síntoma en ese momento.