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James Blunt revela las secuelas de su reciente infección de coronavirus
Fiel a su espontaneidad y a su sentido del humor, el cantante James Blunt quiso disculparse de antemano con los espectadores de su último concierto en el Royal Albert Hall de Londres, celebrado el pasado viernes, para curarse en salud en el hipotético caso de que su melodiosa voz no estuviera esa noche a la altura de las circunstancias.
Aunque sus incondicionales no notaron en un principio nada extraño en sus cuerdas vocales, el cantautor británico interrumpió brevemente su recital para revelar al público que, solo unas semanas antes, había contraído el temido coronavirus y que a día de hoy todavía arrastraba ciertas secuelas de la infección nada oportunas para el trabajo que desempeña.
“Lo único que he tenido en mi agenda durante el último año y medio era este concierto en el Royal Albert Hall. Y dos semanas antes, me contagio de coronavirus”, explicó con resignación, pero sin abandonar su tono jocoso. “Solo tenía una dosis de la vacuna y pensaba que iba a estar bien, pero la verdad es que me llegó a los pulmones. No sé si lo podéis oír desde aquí, pero mi voz, al menos cuando hablo, es terrible”, añadió.
El también veterano de guerra en la campaña británica de Afganistán señaló además que contagió a varios miembros de su equipo y de su banda en los días inmediatamente posteriores a su infección. Afortunadamente para ellos, el segundo pinchazo de la pauta les terminó protegiendo por completo y no llegaron a experimentar síntomas preocupantes.
“Tuvimos suerte, la verdad, porque se lo pasé a dos miembros de mi banda y a otros dos del equipo. Menos mal que tenían la pauta completa, porque lo superaron sin dificultad”, apuntó en medio de ese descanso improvisado en su espectáculo del viernes.