La actriz Ariel Winter ha acabado en el hospital durante el período de aislamiento por motivos que no tenían nada que ver con el coronavirus. La joven de 22 años se cortó parte del pulgar de la mano izquierda mientras troceaba tomates para preparar comida griega.
"Quería probar nuevas recetas y había cortado cuatro cebollas sin ningún problema con unos cuchillos nuevos, y cuando empecé a trocear un tomate pelado, me corté el pulgar. Mi novio y yo nos quedamos mirándolo… Sucedió mientras hablábamos y nos quedamos con la boca abierta", ha explicado en una entrevista a Access Hollywood en la que ha mostrado el aparatoso vendaje que luce ahora.
En ese momento, el shock fue tal que Ariel ni siquiera se echó a llorar porque no conseguía asimilar lo que había sucedido y la sangre, que brotaba a borbotones porque se había abierto una arteria, no ayudaba. Tampoco se trató de un mero corte: una parte del dedo se separó por completo del resto, pero por suerte su novio se acordó de recogerla mientras preparaba a la intérprete para acudir a urgencias.
"Mi novio llevó la punta de mi dedo al hospital y se la dio a la enfermera. Lo más gracioso es que ella me la entregó a mí en una bolsa de plástico sin decirme lo que era, así que la tiré porque estaba llena de sangre y tuvimos que volver a sacarla de la basura. Ahora, al contarlo, resulta gracioso…", ha reconocido.