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La actriz Jessica Biel recibió a su segundo retoño hace ya casi un año, aunque tanto ella como su marido, el cantante Justin Timberlake, esperaron varios meses antes de dar a conocer públicamente la noticia a fin de disfrutar sin presiones de esta nueva experiencia en la maternidad. Por tanto, los dos enamorados pueden presumir ya de ser los orgullosos padres de Silas, que tiene seis añitos, y del benjamín Phineas, pero lo cierto es que su progenitora ha optado, en su última entrevista, por sacar a relucir algunos de los aspectos menos agradables de la maternidad.

Tanto es así, que la intérprete ha admitido abiertamente que, en ocasiones, siente que tiene 1.000 hijos en vez de solo dos, sobre todo cuando se le acumulan las tareas, los requerimientos y demás responsabilidades ligadas a sus dos pequeños. En ese sentido, Jessica asume que su segunda maternidad debería ser ligeramente más llevadera en ciertos aspectos gracias a la experiencia acumulada con su primogénito, pero ese factor, al parecer, no compensa la forma en que se han multiplicado sus tareas.

“Una amiga muy sabia me dijo una vez: ‘Un hijo es mucho, pero con dos es como si tuvieras 1.000. Y es exactamente así como me siento. Eres como una defensa compuesta por un solo jugador: te viene uno por aquí y otro por allá. Es un viaje bastante loco, muy loco”, ha revelado la estrella de cine, quien no ha hecho referencia alguna al papel que, a buen seguro, juega el intérprete en la crianza de los niños, a su paso por el programa de Ellen DeGeneres.

Eso sí, al margen de las dificultades, la artista no podría disfrutar más de esas sesiones de juegos que comparten los dos hermanos y del hecho de que Silas ejerce ya de mentor y protector para con su hermanito pequeño, junto al que protagoniza las escenas más tiernas y adorables que se dan cita en el hogar de Justin Timberlake y Jessica Biel.

“Son tan adorables cuando están juntos. Los dos creen que todo lo que hace el otro es hilarante. Silas es un poco el actor de los dos, el que hace bromas y el que quiere concentrar toda la atención. Phin solo tiene ojos para su hermano, y como los dos piensan que el otro es tan gracioso, se pasan el día riéndose el uno con el otro. Es muy dulce, de verdad”, ha manifestado la actriz para presumir de su caótica pero entrañable vida familiar.