Catalina de Cambridge se implica a fondo en la asistencia emocional a los más mayores

La duquesa de Cambridge lleva ya muchos años ejerciendo como presidenta de honor y mecenas de numerosas organizaciones sin ánimo de lucro cuyo principal objetivo reside en dar mayor visibilidad social a los problemas psicológicos y, por supuesto, en atender a aquellos que los padecen con consejos, recursos terapéuticos y apoyo emocional.

De todas formas, la implicación de la esposa de Guillermo de Inglaterra en tan importantes causas no se limita a la mera representación, como ha quedado patente esta misma semana. Y es que la nuera del príncipe Carlos trabajó como voluntaria, durante los primeros meses de la actual pandemia del coronavirus, en uno de los centros de asistencia telefónica del llamado Royal Voluntary Service, el cual se mantuvo en estrecho contacto con algunos de los sectores de la población más vulnerables a los envites de la crisis sanitaria.

Entre las numerosas llamadas que hizo Catalina en nombre de la fundación, sin duda destacan las que realizó a un pensionista de 85 años llamado Len Gardner, ya que ambos acabaron forjando una bonita amistad que, entre otras cosas, giraba en torno a aficiones comunes como la pasta italiana o a la forma en que ambos han venido inculcando a sus hijos -y nietos, en el caso de Len- el amor por la naturaleza y la actividad ganadera.

“Nunca, ni en mis sueños más salvajes, me habría imaginado que acabaría hablando por teléfono con la futura reina de Inglaterra. Atesoraré nuestras conversaciones durante lo que me quede de vida. Esas llamadas me ayudaron, me dieron un propósito y un objetivo al que dirigir mi atención”, ha explicado un emocionado Len Gardner, quien ha tenido que aislarse por completo en su domicilio al ser persona de riesgo -padece cáncer de vejiga- y también para cuidar a su esposa Shirley, quien tiene Alzheimer, en conversación con el diario The Sun.

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